La llamada medicina personalizada y los fármacos a medida, son una realidad en países desarrollados y llegan de la mano con las tecnologías 3D. Actualmente, uno de los sectores con mayor acogida de estas tecnologías es sin duda el sector médico, que las ha adaptado al desarrollo de prótesis e implantes y ahora en la producción de fármacos a medida del paciente.
Adaptación de las dosis
Uno de los grandes desarrollos en este campo son también los medicamentos impresos en 3D. Un gran avance que permite la medicina adaptada al paciente y que cambiaría los tratamientos médicos.
Debido a los procedimientos para la producción de las formas farmacéuticas de comprimidos, cápsulas, etc., las dosis administradas a veces están por encima o por debajo de lo requerido por ciertos pacientes.
Ventas
El desarrollo de medicamentos impresos en 3D tiene un futuro alentador. Entre el 2018 y 2020 el mercado de los medicamentos impresos en 3D ha tenido un gran aumento, a una tasa de crecimiento anual del 7% en su valor, esperando alcanzar un valor de US$ 437 millones de dólares en 2025, de acuerdo al estudio de Industry Stats Report.
El país que más peso tiene en su crecimiento es EE.UU. con un 39.75% en los ingresos totales. Esto es debido a que las grandes farmacéuticas del país están apostando más por la investigación y desarrollo de las técnicas 3D.
¿Cuándo comenzaron los medicamentos impresos en 3D?
Fue en 2015 cuando llegó el primer medicamento impreso en 3D: Spritam, una píldora creada con tecnologías de lecho de polvo utilizada para el tratamiento de la epilepsia.
Este fue igualmente el primer medicamento aprobado por el FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos Estadounidense). El futuro de los medicamentos en 3D es sin duda algo prometedor y que muy probablemente, cambiará el rumbo de la medicina actual.